Los nuevos contadores electrónicos, llamados «inteligentes», funcionan por telegestión, es decir, permiten controlar el consumo de la luz de forma remota, sin que los operarios tengan que desplazarse a la vivienda.

Los contadores PLC (Power Line Carrier) han generado debate en varios países donde ya se han puesto en funcionamiento como en Estados Unidos, no sólo porque afectan la privacidad de los clientes- la compañía eléctrica sabe en tiempo real cuando estamos en casa y cuando consumimos- sino sobre todo por los efectos que pueden tener sobre la salud ya que supondrían una exposición elevada a radiaciones.
La polémica está servida. Mientras algunos expertos advierten de la peligrosidad de los aparatos asegurando que funcionan emitiendo ondas electromagnéticas otros aseguran que los nuevos contadores utilizan el propio cable eléctrico para enviar los mensajes de consumo y suministros y que por tanto no emiten radiaciones.

De momento, lo único que está claro es que perdemos privacidad y que nos subirán ligeramente el precio del alquiler de los contadores (de 0,54 € a € 0,81 al mes). En cuanto a la salud, decida usted mismo: