Algunos ambientadores son tan nocivos como el tabaco, según un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios.
A raiz de esto, el PP ha presentado una iniciativa en el Congreso de los Diputados en la que insta al Gobierno a retirar del mercado algunas clases de ambientadores, velas perfumadas, inciensos, aceites y otros productos análogos que pudieran originar emisiones nocivas para la salud de los consumidores.
Se trata de una proposición no de ley que ha sido registrada para su debate en la Comisión de Sanidad y Servicios Sociales de la Cámara Baja y que hace referencia a la información hecha pública por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) que demuestra que algunas clases de ambientadores, velas perfumadas, inciensos, aceites y otros análogos, desprenden sustancias tóxicas, alergénicas y contaminantes, que lejos de crear bienestar, empeoran considerablemente la calidad del aire. Dichos estudios revelan que la sección de productos analizados emiten «altos niveles de sustancias nocivas», como el benceno o el formaldehído, que son comparables, en términos de toxicidad y riesgos para la salud, al humo del tabaco, según apunta.
Es más, sostiene que a nivel europeo se han realizado estudios en países del entorno, como Bélgica, Italia y Portugal, con idénticos resultados respecto de los productos analizados, habituales en el ámbito doméstico. «Aquellos que desprendan niveles muy elevados de sustancias perjudiciales no hay que emplearlos en lugares que carezcan de ventilación, ni en presencia de niños, embarazadas o personas que padezcan alergia o asma», señalan los populares.
Actualmente, en la legislación española existe un vacío legal acerca de este tipo de productos, no quedando regulado de forma concreta los niveles de emisiones y exposición permitidas. Por ello, el Congreso de los Diputados fijará un límite máximo de emisiones, así como un etiquetado que muestre las condiciones de uso e informe de los posibles riesgos que pueden suponer algunos de estos productos para la salud de los usuarios.