Suelen ser edificios de oficinas cerrados herméticamente y con sistemas de control centralizado de temperatura y humedad. También es frecuente que tengan numerosos aparatos electrónicos que crean campos electromagnéticos y redes Wifi que someten a los trabajadores a constantes radiaciones a lo largo de toda la jornada laboral.
Los síntomas pueden ser irritación en la piel, los ojos, y las vías respiratorias pero también suelen generar migrañas, náuseas, mareos y resfriados persistentes.
Vista la necesidad creciente de realizar estudios de geobiología en este tipo de edificios, el Estudio de Pere León ofrece un servicio específico para medir las radiaciones de despachos y oficinas y aconsejar diversas medidas correctivas para resolver el malestar de los trabajadores.